08 mayo 2013

Brasil y el Brics a la Dirección General de la OMC


Diversos analistas de lo internacional destacan hoy la elección del brasileño Roberto Carvalho de Azevedo a la Dirección General de la OMC [Organización Mundial del Comercio] como un paso adelante en la construcción de un mundo multipolar que frene las tendencias del imperio y sus aliados por controlar y arrasar con todo lo que sea diverso y/o contradictorio y que tenga visos de nuevo ordenamiento social internacional

Ello se debe a la participación del grande país latinoamericano en el grupo BRICS [Brasil Rusia India China y Sudáfrica] que suman una buena proporción de los mercados globales y que reúne a naciones con muy amplias potencialidades para jugar importante papel en el desarrollo mundial, pese -o mejor gracias- a su diversidad en los aspectos político, económico, industrial y cultural

La OMC -como organismo internacional- es sucesora del GATT o Acuerdo General de Comercio que en la segunda mitad del siglo 20 [1953] surgió para dar aplicación a políticas hegemónicas generadas desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional [BM y FMI] 

Esas líneas fueron aplicadas en la expansión de la economía mundial a favor de los pocos países -con antecedentes coloniales- que lograron su ‘exitoso’ desarrollo a costa de los intereses de los demás países [y de sus pueblos] hasta desembocar en las multiformes crisis del siglo 21 que los analistas dibujan hoy como una verdadera figura mítica con varias cabezas y un solo cuerpo

La OMC -como diversas organizaciones internacionales incluída la ONU- han perdido 'legitimidad' al ritmo en que los intereses del imperio rompen las normas multilaterales cuando estas no se adaptan a sus ‘prioridades’ fijadas en forma unilateral y siempre bajo presiones

En el caso de la ONU ese fenómeno resultó evidente [2011] en el caso de la destrucción de Libia y en las agresiones imperiales que desde más de 10 años se ejecutan contra Irak y otros países del Medio Oriente y el Norte de África que hoy buscan culminar contra Siria e Irán

La OMC ha perdido parte del perfil en los últimos años por la creciente tendencia imperial a ‘manejar’ el comercio global a través de Tratados de Libre Comercio [TLC] bilaterales y regionales que llevan tras sí la sombra de ‘acuerdos’ militares y de otros tipos para ‘salvaguardar la seguridad’ de los Estados Unidos incluso si con ellos ponen en juego las propias soberanías de los países comprometidos en esas ‘alianzas’ como se ha visto en América latina y en todas las regiones en las que se ‘divide’ el mundo     

Para algunos expertos en comercio global -!todavía!- esos Tratados deberían ser ‘manejados’ desde Washington [con los apoyos de Londres y París o Berlín] y envolver al mundo en la Alianzas trans-Atlántica y trans-Pacífica a favor de las fuerzas imperialistas

Por ello desde 2008 -cuando se atasca la Ronda de Doha- no avanzan las negociaciones a nivel de la OMC como un reflejo más de las crisis que atrapan hoy a los países hegemónicos [unipolares] que desde la segunda mitad del siglo 20 dispusieron a sus anchas del comercio como herramienta de control globalizado

Dentro de esa especie de frenazo, incluso -y después de una larga década de desencuentros- se produce [2011] el ingreso a la OMC de la Federación Rusa que había sido persistentemente ‘bloqueada’ por los países que en el discurso aparecen como propulsores del ‘libre comercio’ [unilateralmente] a favor de quien lo promueve e implementa 

Para el caso basta analizar los negativos efectos recientes en las economías de los países que en los últimos años se han sumado a las ‘iniciativas de libre intercambio’ promovidas por la UE y por Estados Unidos en América latina, por ejemplo – Sus recientes balances ya muestran esa tendencia en la que sectores nacionales completos declinan en favor del crecimiento de las empresas trans-globalizadas

 La fuerte proporción de votos que alcanzó el experto brasilero en la OMC son -según los analistas- producto de las experiencias difíciles y prolongadas que han sufrido esa mayoría de países que hoy se ven llamados por la historia a buscar nuevas fórmulas que superen las inequidades que producen sobre sus economías [y sus pueblos] las relaciones ‘asimétricas y desiguales’ vigentes desde hace siglos y agudizadas -en especial- durante el siglo 20 y más recientemente en pleno desboque del capitalismo neoliberal    [ema] 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Brasil se perfila como un gigante real, protagonista del siglo XXI. México tendrá que hacer las tareas para asumir o retomar un viejo liderazgo perdido. El juego está en el Sur, en el MERCOSUR.
Un artículo esclarecedor, balanceado, informado.