02 marzo 2017

Colombia – Manejo del patrimonio hídrico y Calidad del Agua

por Eduardo Marin – especial para Simples Complejidades

Los diálogos y debates por el Agua como patrimonio hídrico desde una dinámica local/ regional (Armenia y Quindío) han servido -hasta ahora- para que la montañosa comarca se entere de que hay una visión alterna y social sobre los bienes públicos que la comunidad (todas/todos) deben disfrutar para obtener Vida y bienestar


Sobre esos temas de vital importancia -obvio- se ha trabajado desde hace años -bajo una lógica social por científicos, expertos y movimientos comunitarios- aunque el incipiente pos-acuerdo que trata de entronizarse en Colombia estimula a muchas/muchos no solo a disentir sobre modalidades comarcales del manejo de lo público sino a plantear y hacer visibles análisis, diagnósticos y eventuales correcciones en situaciones problemáticas

En ese plano, el adecuado manejo del Agua como patrimonio social (no como negocio) debería abrir instancias de encuentro entre las diversas comunidades y los voceros de una institucionalidad que en buena medida se aparta de los mandatos que les confieren sus electores… eso no ocurre solo en esta comarca sino que es factor que afecta a Colombia, en especial en sus áreas más conflictivas – centralismo neoliberal autoritario

Ello implica la adopción de conceptos sobre el territorio y sus componentes (agua, suelo, aire, y seres vivos -incluidas flora y fauna- presentes en el territorio) y el reconocimiento de que el ser humano -tú-yo-nosotros- inserto en espacios culturales diversos debe disfrutar del ambiente (geo territorializado) sin depredarlo y bajo los principios de la sostenibilidad en armonía con el medio natural en el que nace y/o Vive

En la otra orilla priman las ideas de negocio/mercado y bajo ese paraguas la productividad, la excelencia y el máximo de ganancias/utilidades/lucro… todo ello en un marco de intereses económicos concentrados y cánones políticos que incluso chocan con los postulados ‘democráticos’ que se abanican

Valoración inicial - Los debates y diálogos sobre el agua han puesto en evidencia 1) que los políticos locales y regionales des-integran lo local/regional de lo que acontece en el mundo para ejecutar políticas des-nacionalizadoras y neoliberales que se encuentran en revisión y 2) que a la hora de concretar la opción de participar en los PDA (Planes Departamentales de Agua) los intereses de grupos políticos (regionalizados pero de ensamble nacional) andan -en general- en contravía de los intereses sociales

Los municipios colombianos tienen la opción -no obligación- de participar en los PDA a fin de buscar solución a problemas reales en cuanto a la provisión de bienes y servicios públicos a la ciudadanía y ante la inexperiencia en la gestión de recursos financieros externos los municipios optan por plegarse al único atrayente de los PDA que es el acceso a esos créditos…

el crucial asunto es que -en este caso- los recursos provienen de las líneas (BM-FMI vía BID) y vale anotar que bajo condiciones financieras similares de endeudamiento sucumbió la ciudad de Detroit y otras en Estados Unidos (EU) pero también en Colombia instancias regionales se han debilitado al perder Electro-Caribe (hoy en problemas) mientras que -vía PDA- Aguas de Barcelona entró como operador especializado a desplazar un orden municipal (Cartagena) en el manejo de ese servicio público

Patrimonio hídrico y manejos inadecuados del agua y otros bienes – Expertos sostienen con base documental e investigaciones que la estrella de agua que baña al Quindío está entre las más ricas de Colombia, tanto a nivel superficial -ríos y quebradas- como de una amplia red de pozos subterráneos que ya comienzan a ser ‘explotados’ (bajo el mercantilismo neoliberal) ante el deficiente manejo de las fuentes superficiales

Ese potencial de aguas superficiales -además- se desaprovecha por el hecho de que es una sola fuente (río Quindío) el que soporta muy alto porcentaje de las provisiones del vital líquido a nivel regional mientras otras fuentes (río Navarco, p.e) registran agresivas pérdidas de caudal por el equivocado/irracional manejo de sus aguas en diversos usos

El río Quindío que nace en Salento con sus altos y riesgosos niveles de contaminación aporta aguas para los municipios de Armenia, la Tebaida (y otros municipios) para una población de usuarios de unas 400mil personas

Salento -el más antiguo de los municipios- aporta las aguas del río Quindío pero no se aprovisiona de ellas y -al caso- ya enfrenta un considerable déficit en temporadas turísticas pues su acueducto/alcantarillado fue calculado 50 años ha para una población de 3.500 pobladores que hoy asciende a 7.000 habitantes pero además -según datos oficiales- ocasionalmente recibe hasta unos 150.000 visitantes/temporada

Su Petar (planta de tratamiento aguas residuales) está en precario funcionamiento, y además entrega -ya contaminadas por turismo y prácticas agrícolas- las aguas para que la empresa municipal operadora (EPA) de Armenia las trate, las entube y las distribuya a un circuito de unos 250mil suscriptores

Es negocio contaminar y des-contaminar - Al sistema de tratamiento de aguas que hace la Epa los expertos le anotan que al usar solo cloro en sus procesos de tratamiento el operador agrava la condición de aguas que portan órgano-clorados provenientes de ciertos cultivos muy ‘prósperos’ en el área más otros elementos contaminantes que provienen de monocultivos forestales industriales

A ello debe sumarse que por aspectos legales (no legítimos) el operador cobra a sus suscriptores por contaminar (acueducto) y aplica tarifas por des-contaminar pero en los hechos no des-contamina y más bien vuelve a contaminar al verter a algunas de las 54 quebradas de Armenia algunos flujos de colectores de la red de alcantarillas

La nota más dramática que recientemente hicieron aflorar los Diálogos por el Agua se refiere a la muy deficiente calidad del agua, que el operador quiere ‘vender’ al público como potable y bebestible desde la llave… mientras los expertos indican -con pruebas de laboratorio a la mano- que esas aguas son portadoras de abundantes gérmenes patógenos (unos 25, descritos en detalle) que ponen en riesgo de salud no solo a los ciudadanos/habitantes del territorio sino a los turistas y otros visitantes

Esa situación -claro- se refleja cada semana en los informes oficiales del Instituto Nacional de Salud (INS) que ubican al Quindío en los primeros lugares en la frecuencia de enfermedades de tipo gastro-intestinal (diarrea, primer lugar triplicando y más el promedio/país) y también diversas intoxicaciones atribuibles al consumo de agua

– Ante tales evidencias (con ánimo social, no partidario) muchas/muchos se preguntan si las autoridades y voceros de entidades locales y regionales estarán en condición de aplicar nuevas formulaciones para hacer frente a los desafíos sociales que vive el territorio [ema]