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Zygmunt Bauman: “He
visto cómo el capitalismo liberal se reencarnaba muchas veces”
¿Quién dice que la
cultura no interesa? ¿Quién dice que la intelectualidad, el saber, el
conocimiento ya no encuentran público? El Centre de Cultura Contemporània
de Barcelona (CCCB) -una institución cultural de referencia
imprescindible- tuvo que poner el cartel de entradas agotadas dos semanas antes
de que tuviera lugar la conferencia de Zygmunt Bauman.
A sus 88 años, el
sociólogo judío de origen polaco, padre de la teoría de la sociedad líquida y
uno de los más lúcidos analistas del cambio de ciclo histórico no sólo llenó
aforo sino que además fue seguido por más de un millar de personas de público
no presencial en directo por streaming, a través de la web del CCCB
y de La Vanguardia
Durante la mañana,
un puñado de periodistas nos reunimos alrededor del sabio. Sabemos que esa
misma tarde hablará sobre la educación pero le pedimos que detalle cómo ve el
cambio de paradigma: ¿cómo y por qué hemos llegado hasta aquí?, ¿es cierto que
el capitalismo está dando sus últimos estertores antes de morir?, ¿qué podemos
hacer? … El sabio habla:
Una economía inocente no puede funcionar bien - “Incluso cuando los
cambios son más radicales siempre nos sorprenden por inesperados, y en España
-y en todo el mundo- hace unos años se vivía en un mundo irreal en el que se
decía “hoy está bien, mañana será mejor y pasado mañana estaremos en el
paraíso”. En cambio llegó el shock y ahora lo que decimos es
“todo está mal, mañana es peor y pasado mañana es el apocalipsis”. Durante 30
años hemos vivido en un mundo de ilusión en los cuales se ha introducido la
tarjeta de crédito y hemos pasado de una civilización que ahorraba, a una
civilización de la tarjeta de crédito.
Este ha sido un
cambio muy importante. Y un aspecto del mundo líquido es esta velocidad de
cambio. En estos últimos 30 años se ha producido un boom. Se creía
que el bienestar iba a ir en aumento y todo estaba basado -lo sabemos ahora- en
el hecho de gastar un dinero que no ganábamos, y que además se basaba en el
hecho de pedir créditos a expensas de nuestros nietos. Después llegó la crisis
del crédito. Esto fue muy revelador porque hizo descubrir la cortina que cubría
la realidad y se ha visto que no podíamos continuar así, gastando el dinero que
no ganábamos…
Podríamos decir que
lo que hicimos fue dejar que nuestra conciencia se adormeciera y fuéramos
caminando hacia la catástrofe porque no veíamos las señales que nos enviaban
cuando nos daban las tarjetas de crédito, y cómo los bancos nos animaban a que
pidiéramos préstamos, esa nueva tierra virgen del capitalismo
Hace 30 años el
capitalismo buscaba tierras vírgenes, no explotadas. Alguien en los años 70 se
inventó que aquellas mujeres y hombres que no eran deudoras de un crédito no
tenían ninguna utilidad porque no pagaban intereses y por tanto no daban
beneficios a los bancos. Entonces se descubrió esta tierra fértil, la formada
por masas de personas que se transforman en solicitadores de dinero y por tanto
en una fuente de beneficios constantes para el banco.
¿Y qué pasaba cuando
alguno no pagaba el crédito?, no se le enviaba a alguien para que le pegara
como se hacía años antes, sino que se le enviaba una carta donde se le animaba
a solicitar otro crédito para pagar el anterior. Luego se le dijo a la gente
que podían pagar una hipoteca y se les incitaba a adquirir una bajo el
argumento de que el precio de las casas iría subiendo y en cambio devolver la
hipoteca no supondría ningún problema.
De alguna manera
hemos sido víctimas de una mentira, y si no nos agrada la palabra mentira
podríamos decir que hemos sido inocentes, en cualquier caso una economía que es
inocente no puede funcionar bien”
Los jóvenes buscan nuevas maneras de hacer política - “Cuando se produjo el shock los licenciados
fueron los primeros grupos de jóvenes que después de haber trabajado muy duro,
después de haber adquirido todas las habilidades que decían que eran necesarias
para lograr el trabajo en la sociedad se dieron cuenta de que todos esos
esfuerzos habían sido inútiles, porque la mitad o más de los licenciados no han
encontrado trabajo o han encontrado un trabajo temporal, mal pagado que no se
ajusta a las habilidades que han aprendido.
Este es otro gran cambio. Hasta ahora se consideraba que la
situación de los padres era el punto de partida de los jóvenes para ir
prosperando y mejorando. Los jóvenes pensaban que mejorarían la vida de sus
padres. En cambio ahora ya no sólo están preocupados por mantener la posición
adquirida por sus padres sino que además no están seguros de que la puedan
adquirir y piensan que empeorará. Es la segunda vez que pasa desde la Segunda
Guerra Mundial
Las consecuencias de esto a largo plazo son difíciles de
prever, pero los jóvenes han perdido la confianza en el sistema político
actual, y con razón, porque no creen que los políticos puedan cumplir con sus
promesas. Y en cierto modo es así, porque los gobernantes están sometidos a dos
presiones: por un lado, forman un gobierno que ha sido elegido por el pueblo,
por el electorado, y se ven obligados a escuchar a este electorado; pero por
otro también dependen del FMI, del Banco Mundial, de la Bolsa…
Todas ellas
instituciones que no están nada preocupadas por las preferencias locales. Estas
instituciones tienen un programa que deben aplicar y sólo están preocupadas por
el rendimiento y los beneficios económicos
Es por ese motivo que los jóvenes están desencantados con
las instituciones y buscan nuevas maneras de hacer política. No creo que hayan
perdido interés en la política, sino que han perdido interés completamente en
esta política y en estos políticos. Aquí podríamos hablar del Movimiento
Indignado y el movimiento Occupy Wall Street, aunque precisamente
es Wall Street el lugar donde menos se hace sentir este movimiento. ¡No han cambiado
nada! En Wall Street las cosas van como van, se siguen pagando sueldos
desorbitantes, se siguen pagando primas y sólo se preocupan de los accionistas”
El sistema capitalista tiene mucho ingenio - “Reinhart Koselleck expresó muy bien hace años
la incertidumbre de la época que vivimos, antes de que yo hablase de lo que
denomino “interregno”. Él hablaba de una montaña con una pendiente que resbala,
pero no puedes detener la ascensión hasta llegar a la cima, y mientras subes no
sabes qué habrá al otro lado. Así pues, no nos podemos parar, sólo sabemos que
hemos de continuar, sin saber lo que viene después
No puedo hacer profecías. Yo soy sociólogo, solo puedo
explicar lo que pasa. Pero sería cauto a la hora de decir que el capitalismo
liberal se ha muerto, porque tengo 88 años y he oído muchos anuncios de este
tipo a lo largo de mi vida. En 1906, Rosa Luxemburgo ya
demostró que el capitalismo podría crecer a expensas de la economía no
capitalista, transformándola en capitalista, porque eso es lo que realmente le
aporta beneficio…
Pero cuantas más
economías no capitalistas se transformaban en economías capitalistas menos
beneficio había y se tenían que buscar tierras más vírgenes, tierras más
fértiles. En épocas colonialistas se buscaban a través de la conquista de otros
territorios. Ahora no es necesaria esa conquista territorial, ya no se envían
ejércitos sino a los agentes bancarios. El capitalista es un sistema con mucho
ingenio. No estoy seguro de anunciar la muerte del capitalismo liberal porque
he visto cómo se reencarnaba muchas veces”
La labor de nuestro ciclo será reunir Poder y Política - “Pienso que la causa de la crisis que padecemos estos días
es el divorcio entre el poder y la política. El poder es la capacidad de hacer
cosas y la política es la capacidad para decidir qué cosas se han de hacer.
Hasta hace unos años el poder y la política estaba en manos del Estado-Nación y
la gente confiaba en este poder y en esta política.
Ahora el poder se ha evaporado al ciberespacio junto con el
Estado-Nación, mientras que la política continúa siendo algo local, que no va
más allá de las fronteras del país. Y no hay comunicación entre el poder y la
política. El resultado de todo eso es que nosotros estamos divididos entre el poder
que se ha emancipado del control de la política, y la propia política, que
padece un déficit de poder y que por tanto no puede hacer que las cosas se
concreten.
La labor de nuestro ciclo será reunir Poder y Política. Es
una tarea muy difícil, ya os lo digo, pero si no lo hacemos no solucionaremos
realmente el problema”