14 enero 2018

Colombia - El empantanamiento de los acuerdos de paz


 por Eduardo Marin

Bogotá (14 ene 2018) - El primer año de implementación de los acuerdos de paz en Colombia fue suficiente para que el proceso diera graves síntomas de crisis que según analistas deriva de la escasa voluntad política que tienen los diversos factores de poder (gobierno, estado, políticos, empresarios y otros poderes fácticos) para cumplir con lo pactado a fin de terminar un perverso conflicto de 60 años

Los índices de cumplimiento fueron reconocidos oficialmente como muy bajos (18%)  pues la insurgencia cumplió a cabalidad con la entrega de armas, situación que fue avalada por la delegación y otras instancias de la ONU, y por los países que han oficiado como garantes y acompañantes, mientras en ese período la contraparte tuvo un bajísimo desempeño

La visita al país del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y muchos otros pronunciamientos de la comunidad internacional ponen en evidencia el empantanamiento de la situación y las negativas repercusiones que una eventual ruptura o marcha atrás significaría para el país, para América latina y el mundo

Diversos acuerdos de paz han sido históricamente incumplidos por diversos gobiernos de los dos partidos tradicionales, hoy fragmentados, y tras su incumplimiento y ruptura Colombia entró en una etapa de mayor violencia que culminó con la muerte selectiva de dirigentes de la insurgencia y con genocidios contra las organizaciones populares que suscribieron esos acuerdos en el pasado reciente

Similar situación se ha presentado en países centro-americanos (Nicaragua, el Salvador y Guatemala) aunque con desenlaces diferentes y matices diversos fuertemente influidos por las agresivas políticas aplicadas por Estados Unidos en esa región y que hoy también tienen que ver con la actualidad colombiana  

En el caso actual, en Colombia la contraparte en los acuerdos -la insurgencia de las Farc- cumplió a cabalidad y según todos los protocolos con la entrega de armas y se convirtió en partido político, aunque en medio de trabas formales para su entrada a una etapa de participación en el accionar partidista. Todo lo demás está por hacerse, incluso aspectos de logística sencilla en los campamentos donde los excombatientes deben iniciar su nueva vida en participación ciudadana

¿Dónde están los actores del incumplimiento? Aparte del gobierno mismo como ejecutor y factor concatenante, son actores del incumplimiento la Corte Constitucional y el Congreso, el sistema de Justicia y penitenciario, y el aparato político de las élites dominantes que se oponen a los cambios y que tienen directa responsabilidad en el conflicto, no solo en la etapa actual, sino en el conflicto secular que afecta la vida económica, política y social de Colombia, país de casi 45 millones de habitantes

Capítulo especial en ese incumplimiento cabe a los refractarios poderes fácticos que componen influyentes empresarios/políticos y los medios de comunicación que manejan, a parte del sistema educativo e intelectuales, y a entes regionales del estado que en entrelazadas dimensiones han sido parte del conflicto y ahora contribuyen a ahogar los acuerdos, en medio de una campaña electoral sobre intereses de grupos específicos que navegan en los límites de la corrupción generalizada, la delincuencia y la degradación politiquera y clientelista

El narcotráfico y el paramilitarismo -aún con diferentes denominaciones oficiales- sobre los que incide y opera Estados Unidos y esa 'politiquería' como degradación de la gestión pública y privada juegan en un enrarecido ambiente pre-electoral dominante que busca 'hacer trizas' en el imaginario social los acuerdos en su temprana etapa de implementación proyectada -al menos- para una larga década (2017-2027)

Ese es el grisáceo panorama del post-acuerdo manipulado desde los sectores dominantes y aplicado bajo la presión armada y represiva a los núcleos sociales sometidos por ellos... los más de 8 millones de víctimas directas y una población que puede superar el 80% del total/país de víctimas indirectas del conflicto social y armado -y a quienes se puso como eje de los burlados acuerdos- son otra vez los directamente afectados y frustrados por el estancado y diluido proceso de implementación que preocupa al mundo

Esta crisis se manifiesta en un complejo contexto global adverso a Estados Unidos (y a las fuerzas del imperio) que busca (en algunos casos) mantener su hegemonía  y retomarla (en otros), mientras abre múltiples frente de conflicto internacional para pretender rehacer un control unipolar que tuvo y hoy le es cada vez más esquivo en medio de una multipolaridad global en desarrollo

Una eventual ruptura en Colombia recaerá sin duda sobre los sectores populares que podrían -frustrados una vez más en su negada participación ciudadana- trasponer la etapa de desconcierto/caos creado y mirar de nuevo hacia las insurgencias en un ambiente regional latino-americano cargado de conflictos sociales y políticos que nacen de la secular inequidad

Ésta se manifiesta objetivamente en los mil y un problemas que pululan en una maltrecha y masiva realidad social que brota del enriquecimiento sin fin de unas élites (dependientes del mundo transnacional) que buscan a sangre y fuego hacer que primen sus intereses y no aportan soluciones económicas, sociales y políticas a esa dramática y deficitaria situación ya sobre diagnosticada y reconocida en todas sus dimensiones -ema

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